Unos conocieron el bar en directo, in situ. Otros a través de la lectura del libro "Noches de BV80" de Valtueña. A muchos les suena por el tema "Negativo" de Bunbury (las noches del BV80 escapando a tocar...). También hay algunos que piensan que todavía existe. Sea como fuere, el bar BV80 vive. Es nuestro deseo que así sea. Por eso convocamos este concurso. ¡Échale imaginación y participa!

viernes, 15 de marzo de 2013

3. Fiesta de cumpleaños


Una noche en el BV80 con Chavela Vargas
Autor: Cala
Subtítulo: Fiesta de cumpleaños

Esta noche del diecisiete de Abril, amorosamente, acaban de soplar las velas que iluminaban una tarta de cumpleaños. Noventa y tres velas, sobre nata fresca y chocolateado bizcocho son un torrente de cera de colores en el BV80. Un gran grupo fijamente las miran; ven apagarse, poco a poco, pasto de las llamas, una tras otra al recibir el impacto de sus deshechas bocanadas de aire fresco; extendido sobre la vecindad de todas ellas.

El brillo artificial y rojizo se prolonga en sus rostros, y una imagen resplandeciente aparece en sus miradas, y también en el papel donde la embobada cara de Chavela Vargas, desde su poster gigante, da arrebol a la pared principal del BV80, y parece que observa.

Esta noche la rodea una constelación de fans. Son un grupo alegre, ahora intranquilo por la fiesta. La contemplan, y le cantan en el aniversario de su nacimiento un cumpleaños feliz poco ensayado.

El gran coro bordea los márgenes de una gran mesa en el rincón derecho del local, ahí los camareros las han convertido, uniendo algunas mesas pequeñas y adornándolas ricamente con guirnaldas y flores, en un banquete alegre e improvisado.

Al mantel de colores, muy florido, lo acompañan las mejores especialidades de vinos y algunos preparados de la casa. Los platitos de color plata y las copas de champán ofrecen una contemplación tallada de color muy elegante.

Es el momento del brindis, y crece esa devoción tan especial que, se ve, despierta en todos ellos. Hoy van disfrazados de la cantante y les acompaña una leve y quebrada sonrisa; algo difuminada y nostálgica.

Estos seguidores, de su vida y sus canciones, intentan ponerse a prueba. Tras unas palabras, que no disimulan admiración, la evocan. Comprueban, lo comentan ante su imagen, que si la recuerdan pero sin las lágrimas desbordadas por sus ojos; presas de esa especial nostalgia por la Diva que emigro a otros escenarios menos terrenales.

En el ambiente del BV80 se destaca el brillo de todos esos ojos y el resplandor de las llamitas agonizantes de unas pequeñas bengalas que dejaron de brillar.

Sus miradas ansiosas, como la luz anaranjada, se dispersa, y aleja del poster, para posarse sobre el pastel, aún intacto tras el brindis. Le ofrecen una ración al rostro esperanzado de la cantante que ajena a tanta melancolía ríe en la gigantesca fotografía; seguramente tomada en los escenarios mientras interpretaba una canción.

Ahora, ya sentados a la mesa, respetuosamente le brindan la ilusión intacta de probar el esperado pastel, donde aparece reproducido en nata el rosto de Chavela feliz y sonriente.

Ellos son los protagonistas de la noche. Con sus disfraces, tan llamativos, recuerdan a la Vargas de hace algunos años; cuando la energía la llevaba de un lado para otro.

Acercan sus rostros al centro de la gran mesa y deciden que quieren integrar, en la fiesta, a los demás clientes del BV80 y se giran para invitarles a cantar su famosa canción Macorina en esta fiesta de su póstumo cumpleaños. La letra, impresa en una pequeña cuartilla pasa de unas manos a otras. Parece no faltarle a nadie. Los treinta y tantos fans, desean comprobar que todos los presentes pueden sentirse alegres y, a la vez conmovidos por el recuerdo de su amado personaje; que tanto les atrae.

Ellos, en este tiempo durante la fiesta y entre las espirales del humo de tantas velas y bengalas, se han sentido felices y por extensión han hecho que, todo el BV80 no haya dejado de pensar en su amada Chavela.

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