Unos conocieron el bar en directo, in situ. Otros a través de la lectura del libro "Noches de BV80" de Valtueña. A muchos les suena por el tema "Negativo" de Bunbury (las noches del BV80 escapando a tocar...). También hay algunos que piensan que todavía existe. Sea como fuere, el bar BV80 vive. Es nuestro deseo que así sea. Por eso convocamos este concurso. ¡Échale imaginación y participa!

lunes, 16 de julio de 2012

4. Un brindis en el BV80


Una noche en el BV80 con Victoria Abril
Autor: Fernando Barraza (México)
Subtítulo: Un brindis en el BV80

(Una mesa del BV80, en la mesa hay un mantel, dos sillas, un florero con claveles, una botella de champagne y dos copas. Entran ella y él, elegantemente vestidos).

EL.- Eres la mujer más ocurrente del mundo. ¿A quién se le ocurre una cena en BV80, y para colmo así, vestidos como para pasarela?

ELLA.- ¿Y por qué no? Todos somos modelos y actores en la vida. Claro que algunos resultamos buenos comediantes, otros pésimos histriones; y también están los equivocados, a los que les toca vivir un libreto bastante mediocre. ¿No me invitas a sentarme?


EL.- ¡Por supuesto, qué falta de delicadeza la mía, siéntate!

ELLA.- Por ejemplo tú, eres un pésimo actor, Fernando, todo se te olvida, eres como un extra en la comedia de la vida.

EL.- La comedia de la vida como tú le llamas...

ELLA.- (Lo interrumpe). ¿No me sirves una copa de champagne? Espero que sea francés.

EL.- De la mejor cosecha...

ELLA.- Eso es lo que deseaba, beber un champagne de selección, junto a un marido que lejos de ser un modelo de selección, a veces se comporta como un modelo mediocre.

EL.- (Se para). Me estás ofendiendo, Victoria.

ELLA.- (Altanera). ¡Siéntate!... ¡te digo que te sientes!, recuerda que prometiste acceder esta noche a todos mis caprichos.

EL.- Sí, pero de ahí al insulto...

ELLA.- Siéntate. (Melosa). Y ahora, mi viejo amor, dime algo dulce.

EL.- ¿Cómo dices?

ELLA.- Sí, quiero que me digas algo dulce, que me hables de amor como hace veinte años.

EL.- ¡Ah, ya caigo! Hoy cumplimos un aniversario de bodas, ¿verdad?

ELLA.- Tal vez, o quizás algo mucho más importante todavía para una mujer como yo.

EL.- ¿Quieres decirme qué diablos sucede? ¡Dímelo!, bueno; lo que no entiendo es ¿por qué estás bebiendo esta noche, si nunca lo haces?

ELLA.- Cinco años a mi lado debieron ser suficientes para conocer mi manera de ser.

EL.- Yo estoy muy ocupado en mis negocios para dedicarme a estudiar psicología femenina. No es mi fuerte.

ELLA.- Di mejor que es más bien; tu debilidad.

EL.- ¡Bueno, dime una cosa, ¿por qué esa agresividad de tu parte? ¿Por qué esa manera de mirarme tan extraña? Por momentos tengo la sensación de ser un desconocido para ti!

ELLA.- ¿Quieres que te diga algo mi viejo delfín? ¡Lo eres!

EL.- ¿Cómo dices?

ELLA.- (Levanta la voz) ¡Que eres un desconocido para mí!

EL.- ¡No levantes la voz! Los demás clientes no tienen por qué enterarse de tus ataques de histeria.

ELLA.- ¡No es histeria! ¡Es la terrible aceptación de una vida! Mejor dicho, dos vidas sin sentido, tu vida y mi vida, mi viejo delfín… ¡Mejor brindemos!

EL.- ¿Y por qué vamos a brindar? ¿Por ti? ¿Por mí? ¿Por veinte años de intimidad?

ELLA.- La intimidad entre dos desconocidos no es intimidad, es apenas un juego peligroso, ¿y sabes por qué? Porque uno de los dos puede cansarse de la comedia y entonces decide aceptar su propio drama.

EL.- ¿Drama has dicho?

ELLA.- O su tragedia, o… una pasarela trágica (se levanta y camina hacia la barra dando unos pasos como modelo), da lo mismo.

EL.- Sigo sin entender.

ELLA.- ¿Brindamos mi querido esposo?

EL.- Por nuestro aniversario, ¿verdad?

ELLA.- No.

EL.- ¿Tu cumpleaños?

ELLA.- Tampoco.

EL.- Entonces, ¿por qué diablos vamos a brindar?

ELLA.- Porque hoy hace exactamente un año que descubrí que me engañas con tu estúpido asistente. Feliz aniversario amor mío. Te tengo un regalo para celebrar trescientos sesenta y cinco días de traición y de mentira. (Saca el revólver y le apunta).

EL.- Oye, pero ¿qué haces? ¿Te has vuelto loca?

ELLA.- Feliz aniversario amor mío. (Dispara dos veces. Los clientes del bar corren de un lado a otro, ella suelta el revólver y comienza a reír. Luego esta risa se convierte en llanto. se acerca al cadáver y lo acomoda con delicadeza). Qué mal modelo fuiste siempre Fernando. Ni siquiera aprendiste a morir con elegancia. (Lo acomoda como a un maniquí y se pone súbitamente de pie) …¡Si al menos tuvieras una rosa en el ojal!

TELÓN.


4 comentarios:

  1. quiero saber porque no funciona la recepción delos cuentos en su página he enviado mi participacion tres veces y no la registro en su blog-podrán arreglar la falla gracias Héctor

    ResponderEliminar
  2. Hola Héctor. La recepción de los relatos se hace vía email a la dirección nochebv80@gmail.com Funciona correctamente y todavía no hemos recibido nada suyo. Vuelva a intentarlo. Gracias.

    ResponderEliminar
  3. discúpame pero he enviado nuevamente mi participación y no la veo publicada o no es en esta página -blog ,y si es aqui,... no te resulta extraño que solo cuatro relatos nada más estan participando hasta ahora ,sugiero que revisen si funciona su recepción ,atte Héctor

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Héctor: ¿le importaría facilitarnos su email, para poder comunicarnos con usted y que no sea por este medio? En cuanto lo publique, borramos el comentario. Gracias

      Eliminar