Unos conocieron el bar en directo, in situ. Otros a través de la lectura del libro "Noches de BV80" de Valtueña. A muchos les suena por el tema "Negativo" de Bunbury (las noches del BV80 escapando a tocar...). También hay algunos que piensan que todavía existe. Sea como fuere, el bar BV80 vive. Es nuestro deseo que así sea. Por eso convocamos este concurso. ¡Échale imaginación y participa!

viernes, 4 de mayo de 2012

9. Decisiones


Una noche en el BV80 con Ed Harris
Autor: Alyarena
Subtítulo: Decisiones

Entonces contaba con 20 abriles aquella joven de grandes ojos azules y escultural figura. Estaba fascinada con la idea de ver representada en la pantalla grande una de sus historias.

Por esos días, en una sala de cine estrenaban la película “Pollock”, filme que narra la vida de Jackson Pollock, un pintor estadounidense de compleja personalidad y adicto al alcohol, desde que busca el éxito entre el mundillo artístico en la década de 1940, hasta su muerte en 1956.


Quedó prendada con la película, con la actuación y dirección de Ed Harris, había encontrado la persona que realizaría su sueño, él debía leer sus historias -pensaba- estaba segura, era él la persona correcta, la oportunidad que tanto había esperado, y se dio a la tarea de encontrarlo.

Llamó a la agencia artística de Ed, le envió todas sus historias, le dejó recados, le escribió cartas y ninguna señal, nada, hasta que se le ocurrió enviarle una fotografía de ella, haciéndole saber que esa rubia de grandes ojos azules era quien le había enviado todas esas historias, entonces tuvo respuesta.

Ed Harris por esos días atendería una invitación del Bar BV80, en Zaragoza, España. Si ella podía ir, allí se encontrarían. ¡He localizado a Ed!... Como negarme -gritaba emocionada- iré hasta el fin del mundo con tal de encontrarle. Ya estaba a las puertas de su más preciado sueño, pidió un vestido prestado, un par de zapatos a otra amiga, una cartera bonita a su mamá, le pidió dinero a los amigos, pidió permiso en el trabajo, tomó un avión y llegó a España. Allí se alojó en el hotel más barato, una comida al día es lo que necesito, yo tengo que ver a Ed, él me sacará de esta miseria y podré pagarle a los amigos y hasta darle algunos regalos.

Llegó la noche y se dirigió en un taxi hacia el Bar donde se encontraría con su Ed, entró y descubrió un ambiente mágico, en frente un autor leía su obra, pero ella no tenía tiempo que perder, debía encontrar a Ed y fue conducida ante su presencia. Emocionada no lo podía creer, casi le abraza, mientras él estiró su mano muy cordial (en un gesto frío) para saludarla, se sentaron y comenzó la plática. Ella le hacía preguntas de su obra, si la había leído, qué le había parecido, mientras él le preguntaba su edad, de dónde era y si era casada, él debía atender otros asuntos, no contaba con mucho tiempo pero podía atenderla mañana -le dijo- ¡y eso era como un sí! -ella estaba emocionada-.

Volvió al hotel, se dio un baño y comenzó a escribir sinopsis de sus obras, debía tener todo en orden, estaba muy cerca, ya lo peor había pasado, mientras su estómago le recordaba que no había cenado, qué importa -se repetía-. Y a la noche siguiente repitió la rutina, volvió a encontrarse con él y entonces lo comprendió, él no había leído ninguna de sus historias y ahora se encontraba ante una difícil decisión, una noche con Ed haría la diferencia, pero ¿cómo quedaría su conciencia, podría vivir con eso?... Mientras su estómago le recordaba que aún no cenaba. Y hoy! Aún busco una oportunidad, entre los concursos de cuentos.

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